
Uno de los temas de interés en estos últimos años a nivel de inversiones y activos, ha sido y es, sin lugar a dudas el Bitcoin. Desde su caída hasta los $3,200 aproximadamente, hace unas semanas, en este momento está resurgiendo con fuerza.
Después del escándalo de Bitfinex y la “perdida” o falta de respaldo, de $850M a través de Tether, la “stablecoin” que se imprime del aire, como cualquier moneda fíat básicamente y ahora con el hackeo de Binance de $40MM, alrededor de unos 7.000 BTC, al Bitcoin parece no importarle nada y ha tocado su punto más alto desde inicios de año, dejando un retorno de un 60% en lo que va de 2019.

En el momento que escribo, su valor ronda los $6.000 y parece que el mercado bajista o “bear market” ha cerrado ciclo y estamos empezando a ver un cambio de tendencia.
Uno de los puntos que más me está llamando la atención es como las denominadas alt-coins, es decir, todas las criptodivisas que no son el Bitcoin, no están subiendo al mismo ritmo, al contrario, se han dejado muchas de ellas entre un 80% y un 99% de valor en el camino y ahora, que parece que el Bitcoin empieza a remontar, no parece ser un indicador de que vuelvan a subir a niveles anteriores a este año.
Desde este blog, hemos venido hablando en algún artículo hace tiempo sobre la importancia del Bitcoin y de como podría revalorizarse de forma exponencial con el paso de los años, a pesar de sus fuertes caídas y pérdidas de valor que lo único que hacen es sacudir del mercado a los inversores poco sofisticados o que vienen buscando emociones fuertes sin una estrategia a largo plazo.

Ya he visto “inversores” comprar en $15.000, incluso solicitando crédito y por el contrario otros comprando en $720 o en este último bajón alrededor de los $3.000.. no es un mercado alegre, ni es un mercado para la gente que quiere ganar dinero rápido o enriquecerse de la noche a la mañana, está comprobado que quien lo ve así, siempre sale perdiendo.